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Como peces en una pecera:

las líneas, manchas y tramas de Ernesto Proaño

Omar Puebla

 

Los dibujos de Ernesto Proaño me remiten a la analogía de John Berger sobre el dibujo, una estela de movimiento que dejan los peces al desplazarse en un acuario al igual que los trazos sobre el papel: «Lo que había dibujado cambió toda la página, del mismo modo que el agua de una pecera cambia en cuanto metes un pez en ella» (2011).1 Y si bien parto de esta reflexión quisiera más bien enfocarme en algo que el texto no menciona y sin embargo es intrínseco al mismo: la capacidad que tienen ciertos seres de reinsertarse en otros mundos y, del modo más natural, apropiarse de los mismos. El pez en el acuario, a quien han despojado de su naturaleza, se enfrenta ahora a un reducido espacio en el cual con suerte encontrará algo de libertad, será la determinación de este y sus ganas de ser y estar lo que le permitirá vencer esta vicisitud y en los límites hallar libertad. Así actúan los trazos y manchas en los dibujos de Ernesto, se enfrentan con solvencia a los márgenes impuestos por el pequeño formato, encontrando en este, en el pequeño formato, un lugar donde personajes y rostros aparecen con voluntad salvaje, permitiendo que quien los contemple descubra en ellos innumerables significados.

 

Para explicar mejor lo planteado, habrá que reparar en el hecho de que Berger en su metáfora no utiliza la palabra «estanque» o «río» para hablar de una superficie intervenida, sino «pecera», es decir, la criatura de su cuento debe aprender a ser en un pequeño espacio. Por su parte, Proaño hace lo propio y también permite que sus criaturas sean en el soporte y, al igual que el pez, transiten delimitadas superficies con feroz libertad, imposible de percibir para quien no repara en los detalles. En el espacio que las contiene, líneas y tramas crean personajes y rostros de meticulosa factura, develando que las dicotomías que inspiran su creación no solo se abordan de modo conceptual (ruido y silencio es el nombre de su muestra), sino también en su resolución formal (basta reparar un momento en cualquiera de sus obras y notar como la fuerza y libertad de sus trazos contrastan con la sutileza de sus composiciones).

 

A este manejo de la dicotomía entre expresividad y delicadeza se sumará una cualidad más: la erudición del artista para colocar la palabra escrita en su obra y emplearla como recurso que la complementa. De hecho, sus dibujos adquieren peculiares significados gracias al texto, el cual da matices locales al conjunto, sin por ello perder su universalidad comunicativa. De ahí que sus series cuentan historias de sitio, como por ejemplo aquellos personajes que con sus decires hacen sentir-vivir experiencias como estar delirante, filosófico e incluso arácnido; o sus decires, en los cuales enseña quién es el más salsa o quién venía bien petroleado. Otros dibujos llenan de pétalos, y otros, incluso enseñan trucos cotidianos como tener flow o no decir nada. Los dibujos de esta muestra develan cómo la rapidez del trazo y la agilidad de la mancha con pocos recursos lo dicen todo, concretamente me refiero a la serie Apuntes sobre el día de los muertos, acciones esporádicas en las cuales la inmediates del momento, sumados al ansia de atrapar lo contemplado, dan como resultado un grupo de rostros construidos con un mínimo de recursos, pero de mayúscula expresividad.

 

Este expresionismo criollo —por así bautizarlo—, se ha servido casi en su totalidad del pequeño formato, y en algunos casos, de la miniatura, medio que es necesario subrayar debido al protagonismo que le da su creador, ya que, como diría Federico Silvestre: «[…] es verdad que, a veces, da la impresión de que la única revolución ocurre en lo microscópico» (2012).2 De ahí que cada dibujo de esta muestra presenta complejas composiciones de rotundos mensajes, trabajadas en diminutos papeles o pequeños soportes, los cuales develan a líneas y manchas que se agitan y desplazan con total libertad, aceptando el desafío de estar sobre un papel, de moverse como peces en una pecera. (2024)

 

Notas:

1 Berger, J. (2011). Sobre el dibujo. Barcelona, Editorial GG.

2 Silvestre, F. (2012). Micrologías o Historia breve de las Artes Mínimas. Madrid, Abada Editores.

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